Mi Universo entre la Literatura

Hay dicho famosos que nos describe a los lojanos: "El que no toca la guitarra puede cantar una canción, el que no canta una canción puede escribir un verso, el que no escribe un verso se lee en un libro". “Y el que no pinta nada como yo, trata de pintar algo”.

Durante muchos años he tenido la fortuna de recorrer el mundo, con un objetivo de aprender humildemente de aquellas personas que desde niña admiraba. Ese sueño era casi imposible de cumplir, dada las circunstancias en las que había nacido. Pero mi memoria guarda la gratitud de aquellos que ayudaron a realizar mis sueños. 

En un rincón del mundo, llamado Loja, fué donde nací, ciudad fortaleza rodeada entre dos ríos, el Zamora y el Malacatos, dicen que es la puerta de entrada hacia el “Dorado” ubicada al sur del Ecuador y fundada por Don Alonso de Mercadillo, quien era natural de la ciudad española de Loja, en Granada. Sin embargo, a pesar de la distancia con mi propio país y a pesar del aislamiento intelectual del resto del mundo. Mi ciudad estaba distante de todo, pero siempre cercana a la cultura. 

Había una gran magia, por algo era considerada "Capital Cultural del Ecuador". Según la investigación de Féliz Paladines en su obra Identidad y Raíces. Loja es una ciudad de rasgos distintos, pero con una gran presencia de población de origen Judío-sefardita, dada los elementos históricos, étnicos, onomásticos, religioso y cultural. Puede ser que de ahí proceda la inclinación de sus gentes hacia las artes. 

Siempre he creído que hay una magia, una energía en el universo que nos acerca a un camino predestinado. Esto sucedió desde que entre en contacto con mi primer mentor el maestro ecuatoriano Estuardo Maldonado. Crecí de su mano intelectualmente, aprendí de sus sabias enseñanzas y fue mi puerta de entrada al mundo del arte y la cultura.

En 1999 por una invitación de mi maestro pude viajar a Europa. España se convirtió en mi segundo hogar, ahí continué trabajando mi arte, estudiado y compartiendo un mundo maravilloso, rodeada de cultura con el apoyo de personas admirables como Luis González Robles quien fue un promotor de exposiciones, crítico de arte español y director de museo llamado ahora Reina Sofia, el crítico de arte Gerard Xuriguera, y el economista Vicente Alcaraz. Con quienes continúo colaborando en el mundo de la promoción del arte.  

Este camino me ha ido dirigiendo a dos pasiones que he tenido desde siempre, el arte y la literatura. A través de la Literatura he tenido la gran oportunidad de tener encuentros, con escritores admirables unos más cercanos que otros. Pero siempre aprendiendo de sus experiencias, de su evolución y sobre todo de las lecciones de su constancia y el esfuerzo para llegar a ser los más reconocidos de la Cultura Latino/Ibero-Americana. 

De estas experiencias adquiridas, describo parte de mis propias vivencias. Las que me acercan a otra faceta de mi vida, una pasión por la promoción de nuestra gran cultura, que se escribe, se habla y se lee en Español. La cual comparto desde la memoria del momento disfrutado.

Anécdotas literarias

 El poeta Ernesto Cardenal Matínez 

(Granada, Nicaragua, 1925).

Tenía 12 años cuando escuché  por primera vez una noticia sobre el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, la noticia en la radio lojana “Centinela del Sur”,  decía: “el escritor revolucionario del movimiento sandinista asume el papel de Ministro de Cultura de Nicaragua”.  Tal vez influenciada por los sermones de la iglesia que mencionaban a los terroristas y los tildaban de revolucionarios, asumí que Cardenal era un revolucionario de ese tipo, posteriormente mi madre me comentó que era un sacerdote y se produjo en mí una contradicción: ¿cómo un sacerdote podría ser un revolucionario?, esta pregunta se quedó en el aire por mucho tiempo, y  lentamente... Continuar Clik here.